miércoles, 21 de abril de 2010

Libertad, persecución y más

Libertad, persecución y más
Publicado el 14/Diciembre/2009 | 00:07 DIARIO HOY


Por Mauricio Pozo Crespo
mpozo@hoy.com.ec
He aquí una lista corta: preso por atentar la majestad del poder con una supuesta mala seña en la vía pública; presos empleados eléctricos por gritar que son empresa privada; orden de detención a un empresario por la fábula de que años atrás no pagó impuestos de un leasing de un avión, cuando cualquier operación de arrendamiento está exenta; privación de libertad y orden de arresto a un ex canciller de la República por opinar y dar su punto de vista del problema de Angostura; agresión a estudiantes de la Universidad Católica de Guayaquil por la Policía Nacional al expresar su posición política; brutal agresión a indígenas del oriente; posesión indefinida de medios de comunicación incautados por deudas a la AGD; improperios a damas de la Sierra y la Costa como decirles viejas peluconas, gordas horrorosas o majaderas; insultos como estúpidos o caras de ver… a periodistas e indígenas; acciones legales impuestas en la Fiscalía a periodistas por sus comentarios en medios de comunicación;
calificativos de toda índole a economistas por tener distintas formas de pensar y opinar; búsqueda de responsables en anteriores administraciones de problemas creados por este mismo Gobierno, como el cierre del financiamiento internacional, la crisis eléctrica o el desempleo; interferencia en la autonomía universitaria con la creación de consejos compuestos por mayorías gobiernistas; mandatos y leyes que cercan las posibilidades de libremente contratar y administrar empresas privadas, como fue el Mandato 8 o las reiteradas reformas tributarias impulsadas en plenas recesiones; expulsiones de delegados de organismos internacionales que bien podrían ayudar al propio Gobierno a salir de sus apretones de liquidez; cambios unilaterales de contratos y desconocimiento de tratados internacionales suscritos en el pasado no por otros Gobiernos sino por el Ecuador; desacreditar a la Universidad Católica de Guayaquil por la visión personal de un ex alumno;
Proyecto de Ley de Comunicación que, con las más rebuscadas explicaciones, no logra disuadir el generalizado mensaje de atentado a la libertad de los ecuatorianos; contratación de venezolanos y cubanos para trabajos que pueden ser cubiertos por tanto desempleado ecuatoriano; centenares de cadenas nacionales y publicidad diaria en medios de comunicación agrediendo a periodistas y a todo ciudadano que discrepe con el Gobierno; división entre ecuatorianos fomentando la lucha de clases al dividirnos entre pelucones y no pelucones, solidarios y explotadores, los dignos y los subyugados; el abuso de medios públicos para perseguir y degradar; leyes que debilitan sanciones contra la delincuencia afectando la seguridad ciudadana, etc., etc.
Si lo detallado, que por falta de espacio no se lo puede terminar, no constituye un atentado contra los principios de libertad, democracia, estabilidad económica, unión nacional y seguridad, ¿qué, entonces, se puede llamar a la acción del Gobierno? ¿Es invento o eso efectivamente ha pasado en este Gobierno? ¿Hasta cuándo, padre Almeida? ¡Hasta la coronilla!

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